«Los viajes de Gulliver» de Jonathan Swift
«Los viajes de Gulliver» de Jonathan Swift es una de las obras satíricas más agudas y mordaces de la literatura universal. Publicada en 1726, la novela se presenta como un relato de viajes del ficticio Lemuel Gulliver, un cirujano y capitán de barcos, quien narra sus increíbles aventuras en tierras remotas y fantásticas. Sin embargo, más allá de la superficie de un simple cuento de fantasía, la obra es una feroz crítica a la sociedad, la política, la religión y la naturaleza humana de la época de Swift, que sigue siendo sorprendentemente relevante en la actualidad.
La novela se divide en cuatro partes, cada una narrando un viaje diferente de Gulliver y su encuentro con civilizaciones extrañas. En la primera parte, Gulliver naufraga en la isla de Lilliput, un lugar habitado por personas diminutas, de apenas seis pulgadas de altura. Esta sección es una sátira de la política y las intrigas de la corte inglesa. Los conflictos entre los liliputienses, como la ridícula guerra por la forma de romper un huevo (por el lado grande o por el lado pequeño), son una parodia de la guerra entre católicos y protestantes en Europa. A través de este viaje, Swift ridiculiza la vanidad, la pequeñez de las disputas políticas y la arrogancia del poder.
En la segunda parte, Gulliver viaja a Brobdingnag, una tierra de gigantes. Aquí, los roles se invierten y Gulliver se siente diminuto e insignificante. Esta sección satiriza la vanidad y la corrupción humana desde una nueva perspectiva. Los gigantes, aunque físicamente imponentes, demuestran ser moralmente superiores a los liliputienses. El rey de Brobdingnag se horroriza ante los relatos de Gulliver sobre la guerra y la política en Europa, cuestionando las costumbres de su «civilización» y revelando la barbarie inherente a los conflictos humanos. Este viaje es una lección de humildad para Gulliver y para el lector.
La tercera parte es una de las más extrañas y filosóficamente densas. Gulliver visita la isla flotante de Laputa, habitada por científicos y filósofos que están tan absortos en sus abstracciones que descuidan los asuntos prácticos de la vida. Esta sección es una mordaz sátira de la ciencia y la academia. Swift critica a los intelectuales que se alejan de la realidad y se pierden en teorías absurdas, mostrando la inutilidad de su conocimiento. Gulliver también viaja a Balnibarbi y Luggnagg, donde se encuentra con los Struldbrugs, inmortales que sufren un envejecimiento eterno, una crítica a la obsesión humana con la inmortalidad.
Finalmente, en la cuarta parte, Gulliver llega a la tierra de los Houyhnhnms, caballos racionales y virtuosos que gobiernan sobre los Yahoos, criaturas degeneradas y repulsivas que, físicamente, se parecen a los humanos. Esta última sección es la sátira más oscura y pesimista de la novela, una condena de la naturaleza humana. Gulliver, avergonzado de su propia especie al ver la brutalidad y la irracionalidad de los Yahoos, se siente más identificado con los sabios Houyhnhnms. A su regreso a Inglaterra, no puede soportar la compañía de los humanos, a quienes ve como Yahoos civilizados.
«Los viajes de Gulliver» es una obra de múltiples capas. Aunque a menudo se ha adaptado y popularizado como un cuento infantil de fantasía, su propósito original es una sátira cáustica. La obra sigue siendo un clásico de la literatura universal, que nos invita a reflexionar sobre la hipocresía, la moralidad y la naturaleza del poder, recordándonos que las «verdaderas» monstruosidades no se encuentran en tierras lejanas, sino en la propia humanidad.
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